Caminaban frente a la Mezquita Azul y la basílica de Santa Sofía, dos bellas arquitecturas de la historia del mundo, cuando de pronto una bomba explota.

El sonido es tan ensordecedor que el oído comienza a escuchar un zumbido en espiral que lo lleva a uno en unos segundos hasta lo negro. Se desvanecen 10 personas. Y encuentran así la muerte en el suelo donde disfrutaban de un paseo inolvidable. Estambul, Turquía, 12 de enero pasado.

Es quizá por eso que escuchemos lo siguiente: antes de que acabe el año, si Turquía y Arabia Saudí acatan la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), que ordena detener el financiamiento a los grupos terroristas, la sangre en Siria y en Irak se detendrá y volverá la paz a esos países.

Esta es una acusación grave, fuerte. La hace Siria en voz del ministro de Asuntos Exteriores, Walid al-Moalem. El canciller sirio va más allá y acusa que en esto el gran cómplice es -como ya se ha dicho desde hace unos años-, Occidente y los Gobiernos árabes, cómplices con el terrorismo, y recalca que este fenómeno criminal no tiene ni patria ni religión.

Qué hay en el terreno, hay sangre. Sangre que se está filtrando más allá de los países en conflicto. Europa, París, Bélgica, Turquía hace unos días.

El efecto bumerán o más terror a propósito de algunos opositores a la vida. Lo cierto es que si alguien se le ocurre criticar al Gobierno de Arabia Saudí o Turquía, lo reprimen.

El claro ejemplo de los periodistas que denunciaron que el Gobierno turco estaba apoyando con armas a los rebeldes en Siria, que fueron reprimidos y asaltados en su propio medio de comunicación.

Can Dündar, jefe de Redacción de Cumhuriyet: "Lanzaron una investigación sobre nuestro reportaje sobre los camiones de la Agencia de Inteligencia llevando armas. El demandante es el mismo presidente. Estamos aquí para defender el periodismo. Estamos aquí para defender el derecho de la gente a ser informada.”

Terrorismo del año 2016; ¿Cuál es el papel de Turquía, de Arabia Saudí y amigos árabes?, ¿Continuará la sangre para saciar la sed de poder y el control de la región?