El temor de salir y saber que en cada rincón se puede esconder una bomba, o que en cada plaza puede haber un criminal a unos segundos de suicidarse para llevarse muchas vidas es la sombra que se apodera de Turquía.
2016 está bañado de sangre en un país considerado potencia del turismo por sus millones de personas que han visitado sus vistosos e históricos parajes.
Hoy lo histórico es lo que está escribiendo en el suelo con letras de fuego del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), o también los atentados que ha lanzado el ala armada del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, en kurdo), que argumenta que el Gobierno turco les hace lo mismo.
En 2015, la escalada de violencia comenzó. Bombas principalmente en Estambul, Ankara (capital) y en los territorios kurdos.
Pero en 2016, las cosas se triplicaron, en lo que va del año, sin contar los ataques mortales contra puestos policiales, ya van 15 atentados graves terroristas.
¿Qué detonó la violencia en Turquía?
¿Importó el terrorismo a su propio territorio después de ser acusado por la propia Rusia de apoyar al terrorismo?
¿Por qué el Gobierno de Turquía rompió la tregua con los kurdos del PKK, que sin lugar a duda es uno de los motivos del contraataque kurdo?
¿Daesh es amigo o enemigo de Turquía?
¿Cómo entender que en medio de esta crisis de muerte, sangre y terrorismo, Turquía y Rusia se den la mano para luchar contra el terrorismo, si son opuestos, Rusia apoya al Gobierno de Siria, cuando Turquía lo quiere muerto?
¿Cómo entender que Rusia y Turquía se den la mano cuando la propia Rusia acusa a Turquía de apoyar al terrorismo?
Turquía hoy, es un polvorín que además, tiene el récord mundial de periodistas presos y casi dos millares de intelectuales, profesores y artistas bajo querella por “insultar al presidente”.
Los falcones para la libertad del Kurdistán, "TAK" por sus siglas en inglés, reivindican el atentado con coche bomba que dejó 7 policías y 4 civiles muertos, y 36 heridos, el 9 de junio pasado en Estambul, lanzando un mensaje a los turistas del mundo: "Fue para contrarrestar el salvajismo del Gobierno de Turquía".
Turistas extranjeros quienes están o quieren venir a Turquía: "los extranjeros no son nuestro objetivo, pero Turquía no es más ya, un país seguro para ellos, hemos comenzado la guerra".
Entre Daesh, los kurdos y el Ejército corre la sangre en Turquía. Turquía, la de Recep Tayyip Erdogan, es hoy la Turquía 2016, manchada de sangre.