Estamos cerca de cumplir 5 años. 5 años de ver cómo se desangra Siria. Más de 260 mil muertos.
Más de 11 millones de personas que huyeron de sus casas, y un mapa que se mueve constantemente; territorios controlados por terroristas y rebeldes que se agrandan o achican.
Pero hoy a casi 5 años parece haber un rayo de luz. El Ejército del Gobierno de Siria está rescatando poblaciones de manos de terroristas.
Muchos críticos decían que la intervención de Rusia era otro Afganistán, cuando los rusos se involucraron en ese país, sin embargo en Siria, las cosas fueron diferentes.
La ayuda rusa, ha justo provocado eso, que el Ejército sirio esté derrotando terroristas y rebeldes y retomando el control, aunque muy lento, de ciertas áreas clave del país.
Así, en las últimas semanas, hemos visto victorias del Gobierno en las provincias de Latakia, Alepo e Idlib.
Los proyectiles rusos desde el aire, repliegan a los terroristas, destruyen sus posiciones y retroceden o huyen, entonces el Ejército del Gobierno, por tierra, ametralla, impacta y elimina el cerco.
En la provincia de Latakia, fue rescatada la ciudad de Kinsabba, considerada estratégica porque conectaba a los terroristas y sus suministros, con Latakia e Idlib y con la frontera de Turquía por donde reciben apoyo.
En la provincia de Idlib, en la región de Yisr al-Shugur, el Ejército recupera poblaciones infestadas de rebeldes.
Esto fue gracias a la recuperación de Kinsabba. En la provincia de Alepo, las localidades de Nubel y Zahra fueron rescatadas también después de estar secuestradas por un gran asedio de más de 3 años que imponía el grupo terrorista del Frente al-Nusra.
Todos estos avanzas disgustan a los que quieren ver fuera del poder alp sirio Bashar al-Asad, quien denuncia a países con esa actitud como Turquía y Arabia Saudí.
De hecho, frente a los avances del Ejército del Gobierno, Turquía quiere imponer una zona de exclusión aérea, con el argumento de atacar al grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), pero Damasco asegura es para protegerlos y apoyarlos.
Más aún, el canciller de Arabia Saudí, Adel al-Yubeir, asegura que, además de la pretensión de invadir por tierra Siria, enviará poderosos misiles a los opositores al presidente Al-Asad, asegurando que ni Rusia podrá mantenerlo como presidente en el futuro.
Descarada o escondidas, la intención de derrocar al Gobierno rodea a la propia Siria.
¿Qué esperanzas tiene el Gobierno sirio en su propio país de tomar el control?
¿Qué tan efectiva o contraproducente pueda ser en el futuro la ayuda rusa para Siria?
¿El bombardeo poco efectivo de la llamada Coalición antiterrorismo liderada por EE.UU., tiene un significado más allá de ver que no frena a los grupos terroristas?
¿Siria, volverá a ver la luz del orden, o le espera el final de ser dividida en pequeños países de acuerdo a los pactos de las garras de los poderosos?