En España hay aproximadamente 50.000 presos, de los que poco más de 3.000 son mujeres.
Hay de todo en las cárceles españolas. Ladrones, asesinos, narcotraficantes, violadores, camellos, maltratadores, estafadores y hasta conductores imprudentes.
Y de los orígenes, edades y razas más diversas, pero da la impresión de que si eres golpista catalán, terrorista vasco o gerifalte socialista, te libras.
El Gobierno Sánchez ha iniciado los trámites para indultar al expresidente de la Junta de Andalucía José Antonio Griñán y al resto de altos cargos socialistas, condenados a prisión por delitos de prevaricación y malversación en el caso de los EREs.
En total, el jefe del PSOE va a perdonar 56 años, cinco meses y 11 días de prisión a los malandrines que ‘evaporaron’ la friolera de 679 millones de euros, de dinero público, originalmente destinado a los parados.
No es que a un tipo de la catadura de Sánchez le importen mucho los achaques de Griñán o lo que se aburren en el calabozo los otros ocho condenados, pero supongo que metido ya en harina, dando los últimos retoques a su plan de amnistiar al separatista Puigdemont y abrazado al etarra Otegi, el jefe del PSOE habrá pensado que la mejor manera de solidificar apoyos en en el seno de su podrido partido, es dejando patente ni la Ley va con ellos.
Que aun que te lo lleves crudo, te pases la Constitución por la entrepierna, apruebes normas desquiciadas, favorezcas financieramente a tus parientes, prevariques a manta y tomes decisiones delirantes, si eres de la banda y tu respaldo ayuda al jefe a seguir durmiendo en La Moncloa, te vas de rositas.
Coincidirán conmigo en que el ‘mensaje’ es potente, sobre todo cuando se compara con la laxitud y el escapismo que el PP suele demostrar cuando el pillado en un renuncio es uno de los suyos.
Lo que no puedo imaginar es qué pensará el nutrido contingente de penados, que purga en prisión, por intentar meter cocaína en el aeropuerto, atropellar un peatón en una noche de borrachera, atracar señoras a la salida de misa, mangar la pensión a unos jubilados, colar cheques falsos, dar un beso sin permiso o lesionar a un vecino en una pelea.
Ayer les decía que las concesiones económicas y legales que Sánchez va a hacer a Puigdemont, para pagar los siete votos de JUNTS y renovar como presidente del Gobierno, nos convertirán a quienes no vivimos en Cataluña o Pais Vasco en españoles de ‘segunda’.
Viendo lo del indulto a los chorizos de los EREs, me parece que también habrá pronto españoles de ‘tercera.