Claro que merece la pena la moción de censura contra Sánchez.
Por supuesto que está justificado pedir la cabeza del más nefasto presidente de Gobierno que ha tenido España.
Todo en el jefe del PSOE es deterioro, sectarismo y tormento pero, sobre todo, ignorancia.
Y vanidad. Y risa boba.
Digan lo que digan tertulianos, columnistas y todos esos paniaguados, que escriben al dictado y tenían redactado su veredicto mucho antes de que empezase el debate, los vencedores de la moción somos España y los españoles.
Afirmar que Sánchez va a salir reforzado de esto, es una memez de campeonato.
¿Desde cuándo puede ser bueno para un político que le recuerden que se apoya en grupos golpistas, filoterroristas, que no creen en la Constitución ni en la democracia y que quieren terminar con la unidad de España?
Y que, a diferencia de lo que ocurre habitualmente, se haga en directo, por televisión, sin censura y sin arteros recortes de tiempo.
La moción ha servido para retratar sin piedad los desastres que nos afligen, desde que el engolado líder del PSOE, precisamente con una moción de censura espuria, apoyada por etarras y separatistas, accedió a La Moncloa.
Otra gilipollez, a la que no se han apuntado esta vez los medios clásicos del centroderecha sino los que manejan y financian los gurús sanchistas, es que esto perjudicará al PP.
¿Por qué?
Feijóo se ha puesto de perfil y solo puede beneficiarse de una batalla que desgasta a Sánchez.
Yo creo que tendría que votar a favor y no solo abstenerse, pero Michavila y sus asesores le han dicho que ir de tibio es lo que más le conviene para pescar votantes socialistas desencantados y eso hace.
Respecto a Tamames, quiero subrayar que emerge como claro ganador.
Tiene que dar un gusto enorme que cumplidos los 89 años y tras una vida plena, te de la política la oportunidad de contarle en vivo a todos tus conciudadanos, desde un escaño del Congreso, lo que piensas del patán que les gobierna y cómo se podrían y deberían arreglar las cosas.
Cierto que es más presumido que un ocho, pero ni la mitad que el fatuo Sánchez y a diferencia de este no plagiaba tesis, sino que escribía libros brillantes y es un intelectual de sólida formación, cosa infrecuente en los tiempos que nos tocan.
Era una voz autorizada para echarle a la cara a Sanchez que deteriora nuestra democracia, suelta violadores, gestiona de pena, hunde la economía, nos fríe a impuestos, se postra ante Mohamed VI, alimenta caraduras y se abraza a lo peor.
Y lo ha hecho, con un discurso brillantes.
El repaso ha sido de los que dejan huella.
Apenas restan 67 días para las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo y el que vote al PSOE no podrá decir nunca que no sabía que estaba apoyando a los proetarras vascos, respaldando a los golpistas catalanes, bendiciendo la suelta de violadores, exonerando corruptos y avalando los banquetes en Ramses del Tito Berni y su cortejo de diputeros socialistas.