En los últimos años se ha comprobado que el estudio de las funciones cognitivas asociadas al lóbulo temporal medial (LTM) es muy importante para entender diversas patologías del sistema nervioso central (SNC), como la enfermedad de Alzheimer (EA). Dos de las técnicas más utilizadas son la resonancia magnética estructural (RM) y la espectroscopia por resonancia magnética (RME-1H). La RM permite la medición volumétrica de estructuras relevantes, y el hipocampo y la corteza entorrinal incluida en
la corteza parahipocampal son las más estudiadas en la EA. Desde los primeros estadios de la enfermedad se puede observar una atrofia bilateral en ambas estructuras del LTM. En individuos con DCL se ha visto una mayor atrofia del hipocampo que en el grupo control, pero una menor atrofia que el grupo de EA. Cuando queremos recuperar una información previamente tiene que haberse codificado. Con el envejecimiento esta capacidad se va perdiendo.