¿Por qué nadie puede hacerse cosquillas a sí mismo? Porque el cerebro predice dónde ocurrirá el estímulo y ya no le parece “divertido”. Muchos y variados experimentos demostraron que: No funciona intentar hacerse cosquillas con un objeto, como una mano robótica, si nosotros mismos lo controlamos; nuestro cerebro lo integra a su mapa mental del cuerpo. Sin embargo, si hay un mínimo retraso entre nuestra orden y la reacción del robot (~200ms), la sensación de cosquillas aparece (y se intensifica cuanto mayor es el retraso).
Todo esto lleva a pensar que el cosquilleo es en realidad una reacción del cerebro ante su poca capacidad de predecir un estímulo táctil. Ayuda el hecho de que el cerebro sabe que el estímulo no representa un peligro, sino que es una especie de juego sensual. Pero, ¿para qué sirven las cosquillas? Se cree que podrían ser una forma de fortalecer los vínculos familiares.