Es leninismo puro en grado supremo.
Carlos Herrera no pudo contenerse ante el salvaje ejercicio de culto al líder que toda España vio en La Coruña durante la convención que el PSOE organizó el fin de semana del 20 y 21 de enero de 2024.
Para el director de 'Herrera en COPE', el único interés de Pedro Sánchez con ese cónclave era el de sacar músculo de cara a las elecciones gallegas a celebrar el próximo 18 de febrero de 2024:
Esas elecciones son la primera cita después de las generales de julio, la primera, la que se podrá testar el apoyo popular a la amnistía que prepara Pedro Sánchez. El presidente organizó una convención política de su partido en La Coruña pero no se habló de política, ni de la amnistía, ni de nada. Hizo una mención Rodríguez Zapatero al principio y la reunión fue una fanfarria a mayor gloria de Sánchez.
Igualmente criticó la erradicación de toda vida inteligente en el Partido Socialista:
El líder del PSOE saben ustedes que hemos denunciado aquí que ha ido ocupando sistemáticamente instituciones del Estado con comisarios políticos de su estricta confianza. Bueno pues ha hecho exactamente lo mismo con el PSOE. Toda esta convención ha sido sanchismo a todo lo que da, a resituar ideológicamente al PSOE para alinearlo definitivamente con los postulados de Sánchez. Ha eliminado cualquier resorte de crítica interna, vida autónoma del partido.
En La Coruña no hubo debate ideológico, ni propuesta política, los delegados no debatieron nada, se sentaron a aplaudir discursos, a dar entrada en los órganos del partido a ministros que enviaba a Moncloa y ya está.
También cargó contra la única propuesta hecha por Pedro Sánchez por estar cargada de pura hipocresía, la de reforzar una educación que el propio PSOE dinamitó con ministros como Isabel Celaá:
La única propuesta fue el anuncio de un plan de refuerzo en materia educativa para mejorar el rendimiento de alumnos en matemáticas y lectura. Muy bien no hay pega, pero es incoherente ese anuncio cuando el Gobierno ha aprobado unas leyes educativas de un desastre al nivel de quien lo promocionó, de esta obtusa individua llamada Celaá, la que ahora está por el Vaticano. Leyes educativas que han desterrado cualquier atisbo de excelencia que nos ha llevado a posiciones vergonzosas en los informes PISA.