Los inspectores de la ONU han salido ya de Siria cruzando la frontera con líbano.Los técnicos encargados de verificar el uso de armas químicas eran el último escudo que protegía a Bashar el Asad del ataque de las fuerzas estadounidenses.Aunque, según la televisión del régimen, en sus filas nadie dijo miedo."No tememos a América o a otro país... estamos firmes en nuestras posiciones defendiendo a nuestro estados"Ni los soldados ni la población civil."Aquí nadie está asustado, los únicos que están aterrados son los israelíes que hacen acopio de máscaras antigás"Una visión de normalidad ante un ataque que parece inminente.En la base turca de Incirlik los aviones estadounidenses calientan ya motores. Hay seis buques de guerra norteamericanos en la zona y cazas F-16 en Jordania.Barack Obama asegura que está cansado de la guerra, pero que como líder mundial Estados Unidos tiene la responsabilidad de defender las normas internacionales y responder al ataque con armas químicas de la semana pasada. Así está preparando una operación limitada y reducida -ha dicho- para dar ejemplo y evitar que otros países como Irán se vean tentados a utilizar armas prohibidas. Washington dice tener multitud de pruebas de que fueron las fuerzas de Bashar el Asad las responsables de estos ataques químicos. Acusaciones que, según el presidente ruso, son una tontería. Si Estados Unidos tiene pruebas -ha dicho Putin- que las presente ante la ONU.