La sombra, el silencio, la muerte sigilosa. El ninja. Con Shinobi, Sega rindió tributo a una figura emblemática de la amalgama de iconos que fue la década de los 80, e inauguró una saga prolífica y personal que atrajo legiones de jugadores prestos a emular a los míticos guerreros japoneses tanto en arcades, como en consola.
Hoy recordamos a Joe Musashi y sus andanzas contra la organización criminal Zeed en sus principales aventuras. Las que lo llevaron durante casi una década desde la mítica placa System 16 a la dotada para el plataformeo 2D, Saturn. Go ninja, go ninja, go!