Japón siempre fue una isla. Literalmente, y en lo tecnológico. Tanto, que la gran pugna "Sega Vs Nintendo" que marcó la transición de los 8 a los 16 bits en occidente, no tuvo una réplica dentro de sus fronteras como sería de esperar. Y gran parte de culpa la tuvo una pequeña maravilla que por estas costas prácticamente no catamos, llamada PC Engine.
Hoy hacemos justicia a su recuerdo y desgranamos su historia, para entender por qué entonces triunfó como lo hizo en su Japón natal, y por qué hoy nadie debería dejar de disfrutarla pese al paso del tiempo.