Estrechísima victoria de Dilma Rousseff en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales celebradas este domingo en Brasil. La líder del Partido de los Trabajadores, arropada por su predecesor Lula da Silva, repite mandato gracias al 51,6 por ciento del escrutinio frente al 48,3 de su rival.
“El voto de una reelección es un voto de esperanza, especialmente para mejorar las acciones de quienes han estado gobernando. Sé que eso es lo que la gente dice cuando reeligen a un líder”.
Rousseff tiene ante sí enormes retos: conciliar las políticas sociales que le han dado el apoyo de las clases humildes con medidas para sacar a su país del estancamiento económico, poner en orden las cuentas públicas y recuperar la confianza de los inversores.
“La crisis económica”, segura este hombre, “no depende solo de lo que dice la banca internacional. Puede que la economía no esté creciendo lo suficiente pero los brasileños tenemos trabajo y una mejor calidad de vida”.
Roussef deberá también luchar contra la corrupción de la que la ha acusado su rival, el socialdemócrata Aécio Neves durante una agresiva campaña que ha dividido a la sociedad brasileña.
“He felicitado por teléfono a la presidenta re-electa y le he deseado éxito en la conducción de su nuevo Gobierno”.
“En Brasilia la noche se ha convertido en una fiesta, una fiesta roja. Dilma es reelegida como presidenta de la República. El voto ha extendido el ciclo del Partido de los Trabajadores a 16 años en el poder”.