La campaña de las presidenciales brasileñas se estrena en televisión con un gran debate entre los siete principales candidatos.
Los ataques fueron duros y el fuego cruzado alcanzó a todos ellos, a unos más que a otros. Marina Silva, la apuesta socialista tras la muerte de Eduardo Campos, focalizó sus críticas en Dilma Roussef.

La actual mandataria, que busca la reelección el 5 de octubre, obvió las andanadas de la ecologista y cargó contra Aécio Neves, su principal rival hasta la llegada de Silva.

Tanto Neves como Silva acusan a Rousseff de presentar un Brasil “irreal, casi cinematográfico”, mientras la presidenta defendía su gestión de los últimos cinco años.

Algunas reacciones al debate:

“ ¿Quién sabe? Quizás Marina Silva sea capaz de hacer algo por los pobres de este país, pero no lo sé. Una vez dentro del sistema, puede pasar de todo”

“ Al menos anoche en el debate todos mostraron que están preparados y dejaron claros sus objetivos. Hay muchas diferencias entre los candidatos”

Según una encuesta publicada por el diario Globo el mismo día del duelo en televisión, Roussef lidera la primera vuelta, seguida por Silva. Pero en la segunda vuelta, el sondeo augura que Silva ganará a Rousseff por 9 puntos de diferencia.