Eran muchos los egipcios que esperaban este momento. El anuncio oficial de Abdel Fatah al Sisi de que participa en la carrera presidencial egipcia.

Poco después de dimitir como ministro de Defensa y de sus funciones en el seno del Ejército, anunciaba su candidatura a unos comicios en los que parte como favorito indiscutible.

“El mariscal Al Sisi es un hombre honorable y la mayoría de egipcios lo quieren. También rescató al pueblo de los Hermanos Musulmanes, que estaban llevando a los egipcios hacia el camino del infierno”, dice un habitante de El Cairo.

“Queríamos al mariscal Al Sisi como candidato. Pero, al mismo tiempo, no queríamos que se presentara, porque el próximo período será muy difícil. Y la gente no tendrá misericordia con quien sea candidato”, señala una cairota.

Los retos de Al Sisi, considerado el “hombre fuerte de Egipto”, acabar con la inseguridad y las crisis económica y social, así como restaurar su imagen en el exterior. La comunidad internacional critica la brutal represión contra los manifestantes de los últimos meses, que ha dejado centenares de muertos, o la reciente condena a muerte masiva contra miembros de los Hermanos Musulmanes.