En Egipto no habrá nada llamado “Hermanos Musulmanes” si gana el candidato presidencial Abdelfatah al Sisi. Así lo ha asegurado el exjefe del Ejército en su primera entrevista televisada a tres semanas de las elecciones.

Declarada organización terrorista, la Hermandad y sus seguidores han sido duramente reprimidos desde el golpe de Estado que derrocó a Mohamed Mursi el año pasado.

“No soy yo quien ha acabado con los Hermanos Musulmanes, son los egipcios. El problema no es conmigo, es con el pueblo egipcio, que les ha dicho “no” dos veces. Dijeron “no” el 30 de junio (manifestación que fue seguida del derrocamiento del presidente Mursi) y han vuelto a decir “no” ahora.”

El mariscal, que ha asegurado que el Ejército no tendrá “ningún papel” en el nuevo gobierno, se situa en cabeza de las encuestas frente a su único oponente, el izquierdista Hamdin Sabahi.

“Hamdin Sabahi era el candidato favorito de los jóvenes durante la revolución del veinticinco de enero que acabó con Mubarak, pero Egipto necesita un hombre fuerte. El Sisi se enfrentó al régimen de Morsi y ahora sigue aguantando en estos momentos difíciles en los que la gente es disparada y asesinada”, aseguraba un residente de El Cairo reflejando el sentir de muchos.

Y es que, pese a las críticas de activistas y ONG por sus medidas represivas contra opositores y manifestantes, la popularidad que ha ganado por su mano dura contra los islamistas probablemente convierta a Al Sisi en el nuevo presidente de Egipto.