Más de 500 partidarios de los Hermanos Musulmanes han sido condenados a muerte este lunes en Egipto por actos de violencia el pasado verano. Se trata de una sentencia sin precedentes, que ha provocado protestas ante el Tribunal Penal de Minia, al sur de El Cairo, donde tuvo lugar el juicio. Un juicio celebrado además en un tiempo récord: dos días bastaron para imponer la pena capital a un total de 529 personas.
Un abogado de la defensa denuncia que les impidieron entrar en el tribunal. “No había ningún letrado cuando se leyó el fallo. No hay justicia. La justicia ha sido asesinada”, clama.
“No nos callarán”, gritan las familias. “Esto no es justicia. Mohamed Mursi no se equivocaba cuando dijo que en el ministerio de Justicia no hay justicia”, dice un hombre.
A los condenados se les responsabiliza de la muerte de un coronel y de ataques contra una comisaría y edificios gubernamentales en agosto pasado, durante la ola de violencia que sucedió a la muerte de cientos de manifestantes en El Cairo.
La sentencia ha sido remitida al muftí del país, la máxima autoridad religiosa, para que dé su dictamen no vinculante. Sólo después la defensa podrá apelar el fallo.