Han alcanzado su sueño pero algunos habrán gastado demasiados esfuerzos en vano. Alrededor de sesenta inmigrantes de un grupo de unos 150 han conseguido saltar este miércoles la valla que separa Marruecos de Melilla. Previamente, otras 300 personas lo habían intentado sin éxito.

A su llegada a la ciudad española los expatriados se han dispersado y han intentado acceder a viviendas sin ningún tipo de violencia, según ha explicado una autoridad local. La Guardia Civil ha detenido al menos a veinte de ellos y entre cinco y siete han sufrido heridas leves a su entrada y han sido trasladados a un hospital

Para muchos ciudadanos, el acceso a Ceuta y Melilla supone la puerta de entrada al Viejo Continente. El lunes la Unión Europea llamó la atención a España por el uso de las tristemente famosas cuchillas para frenar el flujo migratorio. Según la comisaria de Interior comunitaria, las concertinas están dentro de la legalidad pero aconseja su sustitución por “medidas alternativas”.

La valla se extiende a lo largo de once kilómetros de la ciudad española y tiene una altura de siete metros. El afilado sistema para disuadir a los inmigrantes ha sido denunciado por numerosas asociaciones de derechos humanos.