Lo de Sánchez no tiene un pase.
La última del paisano, que ayer dimos como primicia mundial en la Retaguardia de Eurico, ha sido decretar una ‘zona de exclusión’ frente a La Mareta, para evitar que le abuchéen también desde el mar.
El cierre del espacio marítimo, para esquivar lanchas y motos de agua con carteles del tipo 'Sáchez Corrupto', es una cacicada propia de dictador bananero, pero así es la España en que vivimos.