Tienen estos ‘progres’ una cara que se la pisan.
Se pasan la vida clamando contra las puertas giratorias y ahí están, encabezados por Pepiño Blanco, Bono, Zapatero, Abalos y compinches, llevándoselo crudo como conseguidores de contratos públicos o colocados en empresas oficiales.
Acusan de corrupción al PP y no sólo han logrado situar al PSOE como líder absoluto en el ranking europeo de partidos corruptos, sino que tienen a la parienta de su jefe y al hermano músico de este, deambulando como imputados por los juzgados.
Vituperan histéricos el machismo y han conseguido duplicar las violaciones en España y que salgan en manada a la calle los condenados por delitos sexuales.