Se quema España. Arde por los cuatro costados, sobre todo Extremadura y Castilla y León. Se tardarán décadas, como mínimo, en recuperar Monfragüe o la Sierra de la Culebra, auténticas maravillas hoy perdidas de forma casi irreversible. Hay que lamentar además el fallecimiento de dos personas, un forestal de 62 años y un ganadero de 69 por el fuego que arrasa la provincia de Zamora.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tuvo la desvergüenza de dar el pésame en Twitter, en la noche del domingo 17 de julio, cuando no ha hecho nada por mejorar las condiciones laborales de los miembros de las brigadas forestales. Horas después se presentaba en Casas de Miravete, Cáceres, para hacerse fotos frente a los árboles calcinados mientras los vecinos le increpaban, presumiendo de vaqueros 'marcapaquete' y de sus 193 centímetros de estatura, que tampoco es para tanto, si se compara con otros políticos como García Albiol. Antes de que aterrizara el helicóptero de Sánchez, el presidente extremeño Guillermo Fernández-Vara pasaba un mal rato frente a unos vecinos indignados que esperaban al 'figura' para llamarle de todo menos 'bonito'.

Incendios que esta izquierda casposa atribuye al 'cambio climático' cuando más bien tiene que ver con el inexistente trabajo de limpieza de rastrojos y de montes que se ha hecho toda la vida y que ahora los ecologistas de salón prohíben, con los resultados que todos pueden ver. 'Gracias Sánchez'... también por esto.