La violencia extrema aumenta en las cárceles de la ciudad de Manaos, en Brasil. En tan solo dos días han muerto 55 presos, y sus familiares han salido a las calles para bloquear los accesos y protestar así por la falta de seguridad. Quince de los fallecidos aparecieron el domingo asfixiados y apuñalados durante la hora de visitas, y los otros 40 fueron estrangulados el lunes en otras cuatro cárceles de la misma ciudad. La mayoría pertenecían a bandas de narcotráfico.
-Redacción-