Nuevo motín en una cárcel brasileña. Y nueva masacre. Al menos 30 personas habrían perdido la vida en la prisión de Alcaçuz. Todo comenzó cuando un grupo de presos invadió el pabellón donde se encontraban sus rivales. Esperaron a que terminaran las horas de visita. En el momento de regresar a sus celdas todos fueron al pabellón al mismo tiempo. La policía trató de detenerles, pero eran más y rompieron el cordón de seguridad. La policía acordonó la zona y esperó hasta el mediodía para entrar en el recinto y poder hacerse con el control. Poco después, en fila y desnudos, los agentes conseguían llevarse a los amotinados a sus celdas. Pero tras de sí dejaban un reguero de sangre. Cuerpos decapitados y quemados. Mientras los familiares de los reclusos se agolpaban para saber algo de los suyos. Ya son 140 las víctimas de los enfrentamientos entre bandas de narcotraficantes dentro de una cárcel brasileña. Y sólo en poco más de dos semanas.
-Redacción-