Con barricadas de neumáticos ardiendo y piedras esperaban a la Policía esta mañana cientos de colonos llegados de toda Cisjordania. 42 familias de esta colonia sabían que tendrían que marcharse. Así lo ordenó el Tribunal Supremo israelí en 2014, incluso habían llegado a una acuerdo con el Gobierno para ser reubicadas en un área próxima. La evacuación empezó de forma pacífica, con los policías, la mayoría desarmados, subiendo poco a poco hacia la colina del asentamiento. Los colonos, acorralados, decidieron resistir encerrándose en sus casas y colocando barricadas en las puertas. Una jornada de tensión que se ha saldado con una docena de policías heridos y al menos cuatro colonos detenidos. Un suma y sigue que promete continuar, porque desde el ala mas nacionalista del Gobierno israelí ya han anunciado que la evacuación de Amona no será en vano, y que solo va a acelerar, dicen, la anexión de toda Cisjordania.
-Redacción-