En víspera de que comiencen las conversaciones de paz directas entre palestinos e israelíes auspiciadas por Obama, un nuevo brote de violencia viene a obstaculizar el proceso. Cuatro colonos israelíes, miembros de una misma familia, han muerto tiroteados en la ciudad Cisjordana de Hebrón cuando se dirigían hacia su asentamiento. Son dos hombres y dos mujeres, una de ellas embarazada. Hasta ahora ningún grupo ha reivindicado la acción, aunque Hamas se ha felicitado por el ataque.