Los habitantes de la costa este australiana recorren hoy las calles de sus ciudad en barca. Navegan con sus enseres personales y familia tras haber sido obligados a evacuar sus casas debido a la presencia de Debbie, un ciclón de gran intensidad que estos días ha arrasado todo a su paso. Según el balance que publican este sábado los medios locales, al menos dos personas han fallecido y otras 80.000 han resultado damnificadas por el temporal y las inundaciones. Las autoridades confirman que lo peor ha pasado, aunque los servicios de emergencia continúan asistiendo a las víctimas de las riadas, sobre todo en el estado de Nueva Gales del Sur.
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