Llegando a la Rioja, la carretera desaparecía engullida por el torrente de agua caído en la tarde de ayer. Los más afectados fueron los conductores por las inundaciones y cortes en las carreteras. Tan lleno que muchos coches quedaron atrapados en los arcenes porque cayeron casi 90 litros por metro cuadrado entre Logroño y Arrúbal y con tanta fuerza que sorprendían a los bañistas de esta piscina, que se resguardaban en el interior.
En el campo, los daños han sido importantes. Balsas de agua que se colaron por todas partes.
Hoy los vecinos intentan recuperar la normalidad, con la vista puesta en el cielo. A ver si el agua les da una tregua.