Miradas abatidas, rostros desconsolados, "cálmate cariño, lo arreglaremos todo" le dice este hombre a su mujer. Las lluvias torrenciales que han anegado el noroeste de Atenas han acabado con prácticamente todo. Esto es durante el diluvio y esto después. Calles enlodadas por el desprendimiento de varias montañas, coches destrozados, un perro sin suerte, un gato que sí la tiene y una cifra de muertos que se eleva hasta las 14 personas. El gobierno ha declarado el estado de emergencia y las autoridades continúan buscando a los desaparecidos. Mientras tanto, apartando barro y achicando agua, sus gentes buscan en la esperanza lo que la lluvia se llevó.