Sólo uno de cada diez jóvenes es católico practicante. En nueve años, el número de católicos practicantes ha caído un veinte por ciento.  Pero a pesar de las críticas, se casan por la Iglesia. Son datos de una encuesta del Instituto de la Juventud. En ella se ve el aumento de no creyentes y de ateos. Son casi el 30 por ciento de los jóvenes.