El ex dictador Manuel Antonio Noriega regresó anoche a su país, a Panamá, para cumplir una pena de 60 años de cárcel. Noriega ha pasado los últimos 20 años en prisiones de Estados Unidos y Francia por tráfico de drogas y blanqueo de dinero. Ahora, deberá responder por los asesinatos de numerosos opositores durante su dictadura. En ese avión de Iberia llegaba el ex-dictador a Panamá. Con gafas de sol, escondido bajo un sombrero, aterrizaba en el país que hizo suyo, 20 años después, y custodiado por policías en clase turista. En estas dos décadas, tras su arresto por el ejército estadounidense en el 89, ha estado cumpliendo condena en Estados Unidos, por narcotráfico, y en Francia desde 2010, por blanqueo de dinero. Al tocar tierra se le ha trasladado de inmediato a su celda, que será su casa en adelante para hacer frente a condenas que suman más de 60 años de cárcel por varios asesinatos, desapariciones y acusaciones de violación de los derechos humanos.