EL AUTÉNTICO ROYAL IRRADIA, RELUMBRA Y SE HACE PRESENTE EN CUALQUIER FORMA, INCLUSO DESPUÉS DE MUERTO, COMO EL SOL SE FILTRA SUAVEMENTE A TRAVES DE LOS SÁNDALOS.

El rey Bhumibol Adulyadej falleció a las 15;52 horas del 13 de octubre de 2016, tras una larga enfermedad, con casi 89 años. Reinó con el título de Rama IX. Había nacido el 5 de diciembre de 1927 en el Hospital Mount Auburn, en Cambridge, Massachusetts, en los Estados Unidos de América, donde su padre estudiaba Medicina. Fue elevado a la regia magistratura el 9 de junio de 1946, aunque la ceremonia de coronación, donde le fue impuesta la corona de oro, no se celebró hasta el 5 de mayo de 1950. Fue un rey longevo, que reinó durante 70 años. En la monarquía thailandesa se cuida mucho el ceremonial, de manera que se asumen de forma sumaria los acontecimientos imprevisibles, pero después se dedica tiempo a preparar conmemoraciones con toda la pompa y le dedicación ceremonial que pueden. En el caso de fallecimiento de las reales personas, siguiendo la tradición budista, se guarda luto durante un año, al cabo del cuál se procede a la cremación con flores de sándalo, de las que se utilizan siete variedades, que proceden del Parque Nacional Kui Buri en Prachuap Khiri Khan. La variedad de flor de sándalo preferida por el rey Bhumibol era la Dadarat, que es la variedad que suele utilizarse en Thailandia para agasajar a los seres queridos y que simboliza el honor, la fuerza y la esperanza.

Antes de la cremación se sitúan los restos mortales del rey fallecido en un altar mortuorio, en el Salón del Trono del Palacio Dusit Maha Prasad, dentro del complejo palaciego Grand Palace, en Bangkok, que recuerda a la ciudad prohibida del imperio chino, aunque está abierto a la visita pública, donde están tomadas las imágenes que presentamos. Con ocasión de la visita de la funcionaria royal española Sofía Grecia, que fue en todo momento correcta, sus ayudantes no tuvieron el menor recato de sacar sus cellphones y ponerse a tomar fotografías, algo que constituye una gravísima ofensa a la memoria del rey Bhumibol, totalmente prohibido por el estricto protocolo de la Casa Real Thailandesa. El protocolo de la monarquía tahilandesa cuida mucho la distancia regia, de manera que está absolutamente prohibido acercarse a menos de diez metros y tomar fotos de las reales figurillas, bajo fuertes sanciones, incluso la prisión si se trata de una manifiesta falta de respeto. No se puede fotografiar a los royals thailandeses de frente, ni cuando se sientan o levantan, ni cuando comen, ni fotografiarlos dentro del coche de Estado, tampoco fotografiarlos desde arriba. En Thailandia no se admiten las fotografías de conjunto mediante posados colectivos, no se puede mirar a los ojos del royal, ni tocarlo, en su presencia hay que ofrecerle reverencia salutatis estricta y postración reverencial, mediante extensión del cuerpo sobre las caderas y haciendo ademán de besar el suelo. No se puede acometer a los royals así.