La energía cinética es una magnitud de verdad increíble, preciosa por preciada y hermosa poéticamente.
La energía cinética es la energía que se puede usar o que los cuerpos poseen de su propio movimiento. Así, dentro de sí o por sí mismos, los cuerpos, las cosas, la materia, sin necesidad del exterior, adquieren energía al circular un sistema. Energía para construir o destruir.
Y la actuación de un dispositivo, con este concepto se pudiera concebir que usando el propio dispositivo en conjunto con otros sistemas, generaría la fuente de riqueza o destrucción. El manantial o un arma en sí.
No soy físico, pero traté de explicarlo en palabras sencillas, lo que sería muy complejo pero necesario para entender la siguiente frase: ‘Before it was developed, the U.S.( United States) had never assembled a combined cyber and kinetic attack plan on this scale’. En español: antes de que esto fuera desarrollado, los Estados Unidos jamás habían logrado ensamblar un plan de ataque cibernético y cinético a esta escala, publica el periódico estadounidense The New York Times dándole voz a una de sus fuentes del Comando Cibernético de los Estados Unidos.
La declaración le da fuerza a lo que publica el mismo periódico, que es la denuncia que hace el documental titulado Zero Days sobre el plan llamado ‘Nitro Zeus’. De acuerdo a la publicación y al documental, Nitro Zeus, fue el as bajo la manga que tenía Obama en caso de que no funcionara la diplomacia y se tuviera que atacar Irán.
Nitro Zeus era un plan que tenía todo listo para devastar la nación persa sin disparar una sola bala ni arrojar una sola bomba. Es el resultado de una nueva tecnología para apagar, paralizar y controlar todo lo que funcione con electricidad, es decir todo, y por ende las estaciones nucleares, eléctricas, computadoras.
El documental exhibe que comienza con el famoso virus Stuxnet pero que va más allá que la pretensión de Israel, con tecnología y sobre todo, resultados aunque calculados, pero desconocidos, se inauguraría la nueva era de las armas.
¿Por qué le explico todo esto? Porque esto estuvo oculto por muchos años mientras el secretario de Estado de EE.UU, John Kerry, sonreía a las cámaras como un diplomático que quisiera paz y armonía en las relaciones de los países, sin tener bajo la manga amenazas devastadoras. Y que quizá este espíritu de ataque -imagínese usted, atacar un país con una arma así-, no se les ha borrado de la mente a los que manejan Washington.
Este mes de diciembre, todos los senadores, menos Bernie Sanders, republicanos y demócratas en el Congreso, decidieron prolongar las sanciones contra Irán, contradiciendo el espíritu, la buena fue, el gesto de paz, y sobre todo el contrato legal y el acuerdo mundial que el propio Estados Unidos firmó junto con las 5 potencias del mundo e Irán, para comprometerse a levantar las sanciones antiraníes, y para no volverle a poner sanciones por sus actividades nucleares al comprobarse que Irán no tenía bomba atómica.
Es el acuerdo nuclear, muy claro, no sanciones a Irán, pero al Congreso no le importó. Con lo que le dije al principio sobre el plan de devastar a Irán con las nuevas armas del futuro, más el espíritu del Congreso de EE.UU. como regalo de fin de año, ¿qué puede inferir? Para empezar, como dice la crítica iraní, que negociar con EE.UU. es como jugar al ajedrez con un gorila, es decir, cuando se enoja, avienta todo, o peor aún, que no se puede confiar.
Pero más allá, hay algo más, ¿cuál es el espíritu de atacar a Irán, sea con novedosas armas o leyes del Congreso? ¿Por qué tanto odio contra Irán? Revisemos en ‘Detrás de la Razón’. Las nuevas sanciones y su refrendo de odio.
En Detrás de la Razón, nosotros preguntamos, los analistas contestan y usted en su casa concluye. Y si la realidad hace lo que quiere, entonces nosotros volveremos a preguntar. Lo importante es detectar las aristas que no nos dicen.
El análisis, las preguntas y respuestas a las nueve treinta de la noche, desde los estudios de Teherán; Londres y Madrid, siete de la tarde, México a las 12 y Colombia, una de la tarde.
Por: Roberto de la Madrid.