Después de la ejecución del clérigo chií el sheij Nimr Baqer al-Nimr, por Arabia Saudí, nos hemos dado a la tarea de hacer una revisión de los derechos humanos en ese país.

Aunque muchas anomalías las sabe el mundo, no deja de sorprender cómo una mujer violada varias veces y por más de 10 sujetos, cuando va a pedir justicia, la policía la detiene y todavía la castigan con una sentencia de 200 latigazos hasta sangrar, porque dicen que ella es la que provocó que la violaran.

Y si un bloguero critica al régimen por la falta de justicia y libertad entonces 1000 latigazos. Esta es Arabia Saudí, un contraste definitivo entre el lujo y la tortura.

En Riad se construye el edificio más alto del mundo, un kilómetro de altura, algo jamás antes visto, en la Meca tienen el hotel más grande del mundo con el reloj más alto y más grande del mundo, lujos impresionantes que maquillan la saña con la que bombardean a su vecino Yemen, y destazan en mil pedazos a niños, mujeres y civiles en una guerra sólo porque no les gusta lo que pasa en ese país.

Arabia Saudí, dominada por un wahabismo atroz, donde el extremismo es la palabra, donde la escultura o la pintura es prohibida porque sólo Dios puede crear, idea teológica respetable hasta que no se convierte en la guía de la política interior y exterior que pisotea cualquier derecho humano en nombre de su deidad muy lejos del Islam de la paz y la comprensión.

¿Por qué Arabia Saudí está reprimiendo a la gente? ¿De dónde salió el wahabismo? ¿Por qué Occidente consiente a esa monarquía y hasta baila con ella recordando a un George Bush, empuñar una espada y bailar con ella junto a los monarcas saudíes? ¿Por qué EEUU les vende armas? ¿Por qué a pesar de estar entre los peores lugares donde no se respetan los derechos humanos, Arabia Saudí lidera un panel de derechos humanos en le ONU?