Hace más de un año, ni pensar que Irán estuviera invitado a las conversaciones para tratar de solucionar el conflicto sirio, como las aquellas famosas "Ginebras" la uno o la dos.
Pero hoy sucede todo lo contrario. Las pláticas que se llevan en Viena, capital austriaca, han llamado a Irán, y lo han llamado incluso asistente necesario para la paz en Siria.
Finalmente las potencias que dicen querer arreglar el conflicto se dieron cuenta, o más bien aceptaron, que Irán es una potencia regional, y que Irán tiene la inteligencia y la forma para ayudar a detener la sangre que se derrama en el país árabe.
Así sucedió este viernes en Viena una reunión de altura entre Estados Unidos, Rusia, Europa, Turquía, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Arabia Saudí, y llamando más la atención, Irán, que incluso fue invitado por Washington.
Los asistentes dijeron que la reunión avanzó más de lo que las otras, aunque tiene contrastes. Mientras EE.UU. dice hablar de paz, al término de la reunión la Casa Blanca anunció que enviará militares a suelo sirio.
Será la primera vez, aunque sean 50 militares de élite, que según Washington, no irían jamás a combatir, sino a asesorar.
Pero aún así, las reuniones con Irán son más prometedoras que nunca, a pesar incluso del enfado de Arabia Saudí por la presencia persa, enfado que es una máscara de doble moral porque fueron los árabes saudíes quienes comenzaron la desestabilización siria y que siguen financiando el terrorismo.
Siria sigue viendo sangre y a la vez se abren más preguntas. La primera, ¿cuál será la posición y la reacción de Rusia frente a la decisión de EE.UU. de enviar militares de élite a suelo de Siria?