Vivía como un pequeño César en una villa en las afueras de Berlín llamada Karinhall (llamada así en honor a su primera esposa), en la que se dedicaba a la caza en su coto privado. Estuvo indirectamente vinculado al programa de "reinstalación" judía. Firmó un decreto que multaba en un billón de marcos alemanes a todos los judíos y además impidió que las compañías aseguradoras pagaran indemnizaciones a los afectados por la noche de los cristales rotos. Llegó a pronunciar una famosa frase bruscamente en la cara del Reichsführer-SS Heinrich Himmler, a propósito de salvar a una conocida condenada a los campos de concentración: La conocida era nada menos que Melitta Gräfin Schenk von Stauffenberg, la famosa aviadora y piloto de pruebas de Stukas asignada a la Luftwaffe y que por sus contribuciones en este campo fue catalogada como esencial. Fue el encargado de coordinar la economía alemana en tiempos de guerra, para lo que elaboró un Plan Cuatrienal. Respecto a esto, intentó junto a Martin Bormann y Heinrich Himmler provocar la caída del ministro de armamento Albert Speer, principalmente por su influencia ante Hitler, aunque sin mayor éxito. La gestión de Göring como director de las operaciones aéreas fue muchas veces inoperante, pues prometía muchos resultados que la Luftwaffe no estaba en condiciones de cumplir, lo que le trajo el descrédito. Hitler no tuvo el coraje de relevarlo de sus funciones en honor a sus servicios anteriores y la fama que gozaba en el pueblo alemán.