1953, quizá sea un número con el cual se pueda explicar el porqué del rencor que aún muchos iraníes tienen contra el Occidente, contra EE.UU. sobre todo.

El 19 de agosto de ese año es una fecha indeleble en la memoria del pueblo de Irán. Es el día en que el primer Gobierno democráticamente electo del país, fue derrocado por un golpe de Estado.

¿Quién organizó y promovió el golpe? Estados Unidos y el Reino Unido. Quitaron a Mohamad Mosadeq, el primer ministro de Irán. Lo consideraban enemigo porque nacionalizó el petróleo y con ello afectó los intereses de las grandes compañías del Occidente.

Además de que el primer ministro estaba ganando una gran popularidad entre el pueblo con ideas que no comulgaban con el sometimiento a los ideales imperialistas. Resultado entonces, derróquenlo fue la orden.

Lo más interesante es que las mismas autoridades estadounidenses reconocieron su delito, claro, años después, y hasta con lujo de cinismo dicen parafraseando: ah, pues por eso, los iraníes nos guardan resentimiento.

La entonces secretaria de Estado estadounidense, Madeleine Albright, reconoció textualmente que EE.UU. lo hizo, le echó la culpa al entonces presidente estadounidense Dwight D. Eisenhower y que por eso muchos no los quieren.

En 2013, la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) reconoce abiertamente el golpe de Estado, conocido como la Operación Ajax, que en contubernio con el Reino Unido se hizo, porque fueron los británicos a quienes se les ocurrió la idea, pero el presidente Harry Truman de EE.UU. se negó a ayudarles hasta que apareció el siguiente, Eisenhower.

60 y tantos años después, la pregunta es, ¿qué tanta confiabilidad un país puede tener hacia otro que le destruyó su democracia y le produjo un golpe de Estado? Más allá de ser enemigos o no, hoy el Gobierno de EE.UU. urge a un acuerdo con Irán.

Desde Irán se observa con inteligencia cada paso, pues regresando al pasado, que tanta esperanza se le puede dar a un Gobierno que ha manoseado tanto y manipulado tanto los asuntos internos no sólo de Irán sino de muchos países.