Una de las fantasías sexuales de los hombres se hizo realidad para un afortunado en Taiwan. Un masajista fue llamado para prestar sus servicios a un cliente femenino en su casa en Taipei. La mujer le pidió que tuvieran relaciones sexuales, con la condición de que el hombre usara un condón. El hombre fingió usarlo pero se lo quito antes de la relación sexual. Por ello, el cliente acusó al masajista de asalto sexual.
Las autoridades investigaron el caso y dijeron que el acto sexual era de acuerdo mutuo. El sospechoso no fue procesado debido a la falta de evidencia.