Irlanda es el país que más destinó a ayudar a los bancos por la reciente crisis financiera. Según un estudio del Banco Central Europeo (BCE), la recapitalización de las entidades financieras irlandesas entre 2008 y 2013 le costó a las arcas públicas del Estado el equivalente a cerca del cuarenta por ciento del Producto Interior Buto. En 2013, esto representaba haber perdido un cuarto del PIB.
En el conjunto de la eurozona, las ayudas bancarias
supusieron durante este periodo un cinco por ciento del PIB y medio billón de euros. Por países, Grecia con un veinticinco por ciento y Eslovenia con un catorce siguieron a Irlanda.
Por su parte, a Alemania le costó un diez por ciento del PIB. Y, fuera de la eurozona, al Reino Unido un siete. España se encuentra en décima posición, con el cinco por ciento y 5.000 millones de euros.
Cuando se trata de recuperar este dinero invertido, España pasa a la sexta posición y registra unas pérdidas que continúan estando en torno al cinco por ciento del PIB. En cambio, en Alemania se limitan al uno por ciento y, en el Reino Unido, al dos.