Los combatientes del grupo Estado Islámico están a las puertas de Kobani, en el Kurdistán sirio. Ni las fuerzas kurdas ni los bombardeos de la coalición internacional han logrado detener su avance. Los combates se producen a unos cientos de metros de Kobani, por el este, y a unos tres kilómetros por el oeste.
La ofensiva contra Kobani del autodenominado Estado Islámico, que cuenta con tanques y armas pesadas, empezó hace dos semanas. Desde entonces han tomado el control de al menos 350 pueblos.
Más de 200.000 kurdos sirios han huido a otras zonas del país y a la vecina Turquía.
Muchos han encontrado refugio en un campo de la localidad turca de Suruc, aunque su situación es muy precaria.
“Vinimos a este país, donde somos como prisioneros. Dejamos nuestra tierra… Pronto llegará el invierno y la gente necesitará bienes de primera necesidad y comida. Todos los países deberían ayudarnos para que podamos volver”, dice Haci Muhammed Cimo, refugiado sirio.
Unos 60.000 kurdos sirios han llegado al campo de Suruc en los últimos días. En total, Turquía acoge a unos 180.000.