Únicamente teniendo un especial cuidado en la dieta, el niño celiaco puede hacer una vida perfectamente normal, sin sentirse diferente. Por otro lado es frecuente que los padres de los niños celiacos se preocupen si el pequeño come fuera de casa y se angustien preguntándose: ¿Tomará algo que no puede? ¿Tendrán en el ‘cole’ el mismo cuidado que tenemos en casa? La doctora Susana Prados nos da las claves para padres que viven esta situación.