La próxima semana, el Banco Central Europeo decidirá si adquiere más deuda pública de los países del sur de Europa. Esta medida contribuiría a mitigar los intereses a pagar de los países en crisis. Pero no faltan voces críticas que vaticinan un aumento de la inflación y la pérdida de confianza del BCE en el exterior, consecuencias que podrían empeorar la situación.