Las entidades financieras irlandesas depositaron la mayoría de sus préstamos basura en NAMA, el banco malo estatal. No obstante, los bancos acumulan innumerables créditos de propietarios privados que están asegurados con inmuebles infravalorados. Ahora muchos de estos propietarios podrían ser expropiados, pues los bancos quieren obtener beneficios de la subida de los precios de la vivienda.