El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, se sumó a quienes se oponen a la reciente decisión del gobierno israelí la Tumba de los Patriarcas y la Tumba de Rajel fueran decretados parte del patrimonio nacional. Erdogan aseguró que dichos sitios, como así también la mezquita de Al Aksa, jamás serán sitios judíos sino islámicos. El mandatario también expresó su apoyo a la decisión de la Autoridad Nacional Palestina de iniciar negociaciones indirectas con Israel e instó a las facciones palestinas enfrentadas, Fatah y Hamás, a dejar de lado las diferencias y lograr la unidad.