La reacción de la cámara de la educación privada mostrando su desacuerdo por el aplazamiento del inicio de clases (en vez del 16 de este mes para el 4 de octubre), es objeto de análisis. La interpretación que se da a tal actitud es que la medida se adoptó ante los rumores e informaciones que se filtraron sobre los preparativos en el sector para movilizar a los centros de enseñanza privados y crear problemas de orden público si el resultado electoral del 26 de septiembre no satisface las aspiraciones de la oposición.