Las técnicas de neuroimagen han demostrado que, efectivamente, la psicoterapia funciona.
Técnicas como el PET o la RMf han permitido ver que después de una sesión de psicoterapia el cerebro esta mas activo y funcionan áreas distintas a las que funcionaban antes de la sesión. Lo que significa que se ha producido un efecto de estimulación y de aprendizaje. A nivel bioquímico, entrenar al cerebro a que funcione de manera más correcta y más sana, esta permitiendo que se consuman menos neurotransmisores (también está comprobado que cuando se reduce el nivel de alguna de estas substancias, por ejemplo la serotonina, aparecen síntomas como sensaciones de abatimiento, tristeza, fatiga, sensación de perdida de autocontrol y en el peor de los casos trastornos de ansiedad y depresión).