En el marco del servicio interreligioso de investidura, la reverenda Mariann Budde, obispa episcopal de Washington, lanzó un llamado directo al presidente Donald Trump para que muestre misericordia hacia la comunidad LGBTQ+ y los trabajadores migrantes indocumentados en Estados Unidos.
Budde recordó la creencia de Trump de haber sido salvado por Dios de un intento de asesinato, y afirmó: "Has sentido la mano providencial de un Dios amoroso. En nombre de nuestro Dios, te pido que tengas misericordia de las personas en nuestro país que ahora están asustadas". Este mensaje apeló a la empatía y al respeto por los derechos humanos en un momento de gran división en el país.