Durante el siglo XVI y finales del siglo XIX, 12.5 millones de africanos fueron extraídos a la fuerza de sus tierras de origen y comercializados en américa para realizar tareas obligadas de diferentes índoles. Este comercio trasatlántico formó parte de un sistema de esclavitud más amplio basado en el racismo y el colonialismo que originó lo que es considerado como el desplazamiento humano forzado más grande de la historia.