Que nadie se confunda y saque la apresurada conclusión de que el sermón de hoy es un mensaje aséptico y neutral.
Todo lo contrario. Este ‘Repaso’ es una reflexión en voz alta, a una semana de las elecciones europeas y con la intención de incitarles a votar y de señalarles a quién.
Tal como están de negras las cosas en España; con el marido de Begoña a punto de declarar la guerra a la Argentina, porque el libertario Milei se cachondea de su histeria, de los apaños de su mujer y de la corrupción del PSOE; con el golpista Puigdemont haciendo las maletas para volver triunfante a Barcelona; con los socialcomunistas asaltando las instituciones y la Administración pública paralizada, no es momento de ponerse estupendo, de encaramarse a los alto del obelisco y descartarse, despotricando contra todos los políticos.
No son tiempos para abstenerse o de ir de exquisito, alegando que todos son iguales o que ninguna colma tus expectativas.
A mi me encantaría que hubiera en España un líder con el la cordura de Adenauer, el patriotismo de De Gaulle, la inteligente tenacidad de Churchill y el ’sex appel’ de Kennedy, pero tenemos lo que tenemos y con esos bueyes hay que arar.
Los políticos son un reflejo de la sociedad, como los médicos, los artistas, los profesores, los militares, los abogados, los empresarios, los periodistas o los curas.
Y aquí, en esta España nuestra y con contadas y honrosas excepciones, tenemos obispos silentes, catedráticos garbanceros, cineastas mendicantes, periodistas apesebrados y ejecutivos temblorosos.
No tengo espacio ni tiempo para explicarles minuciosamente las ignominias, el apocamiento y las claudicaciones ante el poder de la Conferencia Episcopal, la Universidad o la Asociación de la Prensa.
Tampoco para detallar la bochornosa pleitesía que rinden a Sánchez los multimillonarios directivos del Ibex 35, esos que son más de derechas que Gengis Khan, veranean en Marbella, Sotogrande o Mallorca, reciben anualmente toneladas de dinero en bonus y privilegios y cuando el marido de Begoña les ordena cargar contra el presidente argentino y retirar la publicidad de los medios no adictos al régimen, se han puesto en fila y de rodillas.
Con esto hay que lidiar, así que no se me pongan melindrosos y este 9 de junio de 2024, como clavos, todos a votar.
Como dice un viejo refrán agropecuario español: ‘un grano hace granero’.
Y cada voto cuenta.
Antes de que se olvide; fundamental a la hora de elegir papeleta tener muy claro que deben optar por aquello que fastidie más a Sánchez.
Y a mi sólo se me ocurren dos opciones: Feijóo y Abascal.