Un nuevo estudio ha descubierto que las dietas vegetarianas o veganas pueden reducir el riesgo de ictus, pero depende de la calidad de los alimentos.
Los investigadores recomiendan consumir alimentos vegetales de buena calidad que incluyan verduras de hoja verde, hortalizas y cereales integrales.
Los alimentos vegetales poco saludables son los compuestos por cereales procesados, almidones y azúcares añadidos.
Las personas que siguen una dieta vegetal pueden reducir el riesgo de ictus en un 10% consumiendo alimentos de mejor calidad.
"Nuestros resultados tienen importantes implicaciones para la salud pública y sugieren que las futuras políticas nutricionales para reducir el riesgo de ictus deberían tener en cuenta la calidad de los alimentos", Megu Baden, autora del estudio.
Otros estudios han descubierto que las dietas vegetales pueden reducir drásticamente el riesgo de padecer otros problemas de salud, como diabetes y cardiopatías.