Christian Edward Esquino Núñez, dueño del jet que se desplomó y en el que murió Jenni Rivera y seis tripulantes más en Iturbide, resultó ser cliente asiduo al Tribunal del Distrito de San Diego, California, luego de presentarse a comparecer 51 veces durante un lapso de cuatro años acusado de falsificar documentos y bitácoras de vuelo.
Desde el 11 de febrero de 2002 al 23 de agosto de 2006, al propietario de las empresas Starwood Management, LCC, y Argentum Air Corporation, le fueron programadas 51 presentaciones ante el tribunal, según el expediente 02-CR-00333-W y caso 44700, al que MILENIO Monterrey logró tener acceso.
Esquino Núñez fue acusado y luego se declaró culpable de falsear la bitácora de vuelo de seis aviones Cessna adquiridos en México, según el reporte semianual de la Oficina del Inspector General del Departamento del Transporte de EU, cuya copia posee esta casa editora.
El informe que cubre de octubre de 2004 al 31 de marzo de 2005, establece que el 27 de enero de 2005, Esquino Núñez, dueño de la aeronave Lear Jet 25 a través de la firma Starwood Management, LCC, que tripulaba la cantante Jenni Rivera, fue condenado por el tribunal a dos años de prisión y se le ordenó pagar una indemnización 435 mil dólares por falsificar las bitácoras de sus aeronaves.
Esquino y su socio Lance Zane Ricotta participó en un esquema en el que se importaron seis aviones Cessna de México, donde los cuadernos y los certificados de aeronavegabilidad de la Autoridad Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) fueron obtenidos sobre la base de los libros de registro falsos, y los aviones revendidos.
El documento establece las primeras fechas cuando fue acusado por parte del Gobierno de EU con la primera fecha de presentación ante el tribunal el 8 de febrero de 2002.
Figura además la orden de aprehensión girada por Esquino por el juez Larry A. Burns del Distrito de San Diego y la orden de detención ejecutada el 27 de febrero de ese mismo año.
El 25 de marzo de 2004, Ricotta y Esquino se declararon culpables de la acusación de fraude relacionado con las aeronaves.
Además el 13 de octubre de 2004, Ricotta fue condenado a un mes de prisión y a restituir 185 mil dólares.
Esquino es el mismo que confesó ante un tribunal de México que uno de sus aviones fue utilizado para el contrabando de hijo de Muammar Gaddafi, Saadi, en México, según registros periodísticos.