Christian Edward Esquino Núñez, dueño del jet que se desplomó y en el que murió Jenni Rivera y seis tripulantes más en Iturbide, resultó ser cliente asiduo al Tribunal del Distrito de San Diego, California, luego de presentarse a comparecer 51 veces durante un lapso de cuatro años acusado de falsificar documentos y bitácoras de vuelo.